Siete de cada diez aseguradoras españolas aumentarán su perfil de riesgo en los tres próximos años
Con el fin de “diversificar y hacer frente a los riesgos que históricamente han lastrado sus negocios” las aseguradoras españolas están protagonizando “un notable desplazamiento hacia activos de deuda privada y private equity”, según desvela un informe encargado por BlackRock a la Economist Intelligence Unit.
El informe se ha realizado a partir de la encuesta a 243 ejecutivos senior de compaíñas de seguros y reaseguros en todo el mundo con el fin de comprender cómo respondían ante las presiones que soportan sus carteras de renta fija y qué opinión les merecían las clases de activos de los mercados de capital privado, tales como los activos inmobiliarios y de infraestructuras, como oportunidad de inversión.
Respuesta al contexto económico
“En un contexto de crecimiento económico anémico, bajas rentabilidades en renta fija y una política monetaria acomodaticia, muchas aseguradoras están reestructurando su combinación de activos para poder gestionar sus obligaciones de manera efectiva”, destaca BlackRock en sus conclusiones. Como dato, el estudio desvela que el número de aseguradoras con más de un 15% de activos privados en sus carteras se había cuadriplicado desde el 6% de hace tres años hasta el 26% actual, y se espera que este último porcentaje se duplique de nuevo hasta llegar al 46% en 2017. En el caso de España la cifra alcanzó el 78% este año y se prevé que llegue al 80% en 2017.
“Hubo una época en la que la dinámica era comprar bonos por la mañana y descansar por la tarde. Sin embargo, las aseguradoras se enfrentan ahora a un contexto operativo mucho más complejo. Este estudio muestra que las aseguradoras se están viendo obligadas a realizar una gran migración hacia los mercados de capital privado con el fin de diversificar sus flujos de rentas y mantener su ROE”, afirma David Lomas, responsable mundial de la unidad de gestión de activos de seguros de BlackRock.
Cambios a tres años vista
El documento revela que, a escala mundial, una de cada tres aseguradoras pretende aumentar su exposición al riesgo en los próximos tres años, en comparación con el 15% que tiene intención de disminuirla. Dentro de las dispuestas a asumir más riesgo, el 68% tiene intención de reinvertir o aumentar los beneficios de la inversión, mientras el 66% apunta a las ventajas de la diversificación que obtendrían.
En el caso español, siete de cada diez aseguradoras prevé asumir mayor riesgo en los próximos tres años. Luis Martín, director de Ventas Retail e Institucional de BlackRock Iberia, remarca el hecho de que “un 70% de los encuestados reconociera su interés por los activos de deuda inmobiliaria y un 60% por el sector de infraestructuras”.
Desafíos ante la “gran migración”
Esta “gran migración” hacia otro tipo de activos en las carteras de inversión no está exenta de desafíos. Según el estudio, reestructurar la cartera con el fin de lograr una mayor rentabilidad es complicado, ya que las aseguradoras deben evaluar e invertir en territorios inexplorados.
Dos quintos de las aseguradoras califican de desafío el escaso acceso a las oportunidades adecuadas y el mismo porcentaje muestra su preocupación con respecto al precio y la transparencia de los activos de los mercados de deuda privada y private equity. Un tercio de las aseguradoras tampoco están seguras de qué tratamiento darán las autoridades reguladoras a estos cambios en la asignación.
“Las características de riesgo de estas inversiones son diferentes a las de los activos más tradicionales que las aseguradoras solían adquirir. La complejidad de llevar a cabo reasignaciones a activos de mercados de deuda privada y private equity puede ser todo un reto para los inversores pero, dado el potencial de beneficios y la protección frente a la inflación, así como las ventajas de la diversificación y el perfil de riesgo que pueden aportar a una cartera, este desafío puede valer la pena”, comenta Lomas.