De acuerdo a un estudio realizado por Marianne Bertrand, catedrática de Economía de la Facultad de Empresariales de escuela de negocios Chicago Booth, pese a los avances conseguidos por las mujeres en educación, incorporación al trabajo e ingresos, la desigualdad entre sexos sigue existiendo, lo que puede deberse a normas sociales, Especialmente las expectativas de que la mujer debe ganar menos dinero que el marido.
Esta idea de que “un hombre debe ganar más que su mujer” también la sostienen Emir Kamenica, profesor asociado de Economía en Chicago Booth, y Jessica Pan, profesora asociada de la Universidad Nacional de Singapur, en una investigación conjunta donde indican que esto afecta a todo, desde el porcentaje de matrimonios, hasta las tareas domésticas, pasando por el tiempo que una mujer casada trabaja fuera de casa. De hecho, las mujeres que se desvían de esta norma pagan un precio social, se añade.
Cuando ella gana más…
En Estados Unidos ha empezado a ser común que las mujeres ganen más que sus maridos. Según los datos del estudio American CommunitySurvey de 2010, este es el caso del 24% de las parejas donde ambos cónyuges tienen entre 18 y 65 años. Esto representa un desafío ya que el estudio revela que cuando la mujer tiene posibilidad de ganar más que el marido el porcentaje de matrimonios desciende: entre adultos de edades comprendidas entre los 25 y los 39 años, el porcentaje de matrimonios ha descendido aproximadamente de un 81% en 1970 a un 51% en 2010.
Cuanto más dinero gana la mujer, más infelicidad, indican los investigadores que han demostrado a partir de los datos de 4.000 parejas casadas que el porcentaje de gente que manifiesta ser “muy feliz” en sus matrimonios desciende cuando la mujer gana más que el marido. Es más, aunque cerca del 50% de las mujeres y los maridos admite estar muy felizmente casados, existe una probabilidad un 6% menor de que ambos cónyuges manifiesten ser “muy felices” en su matrimonio cuando la mujer gana más. Además, existe una probabilidad un 8% mayor de que admitan haber tenido problemas conyugales el año pasado y un 6% mayor de que comuniquen haber hablado de separarse el año pasado. Por otro lado, parece que tiene un efecto sobre el porcentaje de divorcios, ya que, según el estudio, que la mujer gane más que su marido “aumenta la probabilidad de divorcio en un 50%”.