La OCDE recomienda a España limitar las deducciones por aportaciones a planes de pensiones personales
«El Gobierno debería controlar estrictamente estos incentivos, dado que suelen beneficiar a los hogares con rentas más altas», afirma el organismo internacional
España está emergiendo de una prolongada recesión gracias a un crecimiento moderado y un aumento de su competitividad internacional. Las decisivas reformas fiscales y del sector bancario, así como la favorable política monetaria adoptada por el Banco Central Europeo, han reducido las tensiones financieras y han permitido mejorar las finanzas públicas. No obstante, para consolidar la recuperación y combatir el elevado desempleo es necesario garantizar la plena implementación de las reformas estructurales en curso e impulsar medidas adicionales que mejoren la productividad y la competitividad.
Son las principales conclusiones del último ‘Estudio Económico de España’ elaborado por la OCDE y presentado ayer en Madrid por Ángel Gurría, secretario general de la organización. En su trabajo, la OCDE emite una serie de recomendaciones, entre las que cabe destacar la de limitar las deducciones por aportaciones a planes de pensiones personales, además de crear otros planes de ahorro a largo plazo.
Recuerda la OCDE que, con la reforma fiscal en marcha, el Gobierno propone modificar el modo en que se incentiva el ahorro a medio plazo a través del sistema tributario reduciendo la limitación de las deducciones por aportaciones a planes de pensiones personales, creando otros planes de ahorro a largo plazo y equiparando el tratamiento de las plusvalías, el rendimiento de los depósitos y otras rentas del capital. “El Gobierno debería controlar estrictamente estos incentivos, dado que suelen beneficiar a los hogares con rentas más altas y en cualquier caso podrían traducirse en una mera sustitución de un instrumento por otro, en lugar de incrementar el volumen total de ahorro”, valora el organismo internacional.
En este sentido, el organismo señala que la reforma fiscal aprobada en verano y que entrará en vigor en 2015 se queda “corta” y sugiere que el Gobierno «podría hacer más para dar prioridad al empleo y mantener una distribución justa de la carga impositiva».